LAS RADIOS PIRATAS DISPARAN LA RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA EN EL CARMEL

Un informe revela que en una calle del barrio barcelonés se superan los límites legales de exposición a ondas electromagnéticas.

Las radiaciones electromagnéticas en el barrio del Carmel superan con creces los límites de exposición estipulados por ley. Según un informe de la Asociación Catalana de Radio (ACR), En apenas 250 metros, la calle que conduce a los turísticos bunkers del Carmel acumula decenas de antenas piratas que emiten unos niveles de ondas electromagnéticas muy por encima de los niveles de referencia que marcó el Ministerio de Sanidad. Los expertos alertan de que “se incumplen criterios de protección sanitaria” y, además, distorsionan la frecuencia de las radios legales.


La normativa europea de control de las radiaciones electromagnéticas marca como límite de emisiones los 28 voltios por segundo para bandas de Frecuencia Modulada (FM). “Bajo ningún concepto se puede superar este nivel”, remarca la ingeniera Meritxell Bosch, autora del informe. Las radios legales, que pasan exámenes para certificar que el nivel de emisiones está por debajo de esta cifra, procuran no sobrepasar los 14 voltios por metro.

Sin embargo, en la calle Maria Lavernia del barrio del Carmel, donde han proliferado decenas de antenas de radios ilegales, se superan los límites de exposición establecidos por la UE. Bosch radiografió durante un día las emisiones de las antenas piratas —que no pasan los controles de nivel dictados por ley— y detectó que hasta en tres ocasiones se superó con creces el nivel de 28 voltios por metro.

Según la autora del informe, en la calle que desemboca en los búnkers de la guerra civil, hay diez torres con numerosos servicios de radio FM y también PMR (redes privadas de radio) en muy alta frecuencia (VHF y UHF). “Ninguna de ellas es legal. No es un emplazamiento de FM. Los centros emisores de FM están en Collserola”, puntualiza Bosch.

La Asociación Catalana de Radio denuncia los elevados niveles de radiación que provoca la proliferación de radios ilegales

Ante la imposibilidad de acceder a las viviendas para tomar las medidas en los mismos centros emisores, la ingeniera realizó 12 mediciones en la calle entre las 11 y las 12 y media de la mañana. Los resultados revelaron que en nueve ocasiones se superaron el nivel de control de los 14 voltios por metro y en tres ocasiones se alcanzaron cifras muy por encima del umbral legal de los 28 voltios por metro. La mediciones de Bosch detectaron niveles de exposición a emisiones radioléctricas de hasta 35,87, 29,35 y 34,56 voltios por metro.

La ACR denunció ayer los elevados niveles de radiación que provoca la proliferación de radios ilegales. Según la asociación, en Cataluña hay 127 emisoras sin licencia administrativa. “Esto causa prejuicios a los oyentes porque pierden calidad las emisiones, a los vecinos de las zonas próximas a los centros emisores ilegales por las radiaciones ilegales y a todas las radios con licencia por las afectaciones técnicas que provocan a sus emisiones”, recoge un informe de la ACR.

La ACR aseguró que la presencia de las emisoras legales les hace perder entre un 2% y un 5% de audiencia y, por tanto, unos ingresos que pueden superar los dos millones de euros.

El informe de Bosch, datado de 2015, sirvió como prueba a la ACR para denunciar a través de un recurso contencioso administrativo “la inactividad municipal” a la hora de regular estas elevadas emisiones radioeléctricas en el Carmel. La ACR indicó que también avisó a la Generalitat, que ha abierto varios expedientes.

Fuente: EL PAÍS - Cataluña. Jessica Mouzo Quintáns. 26 mayo de 2016


COMENTARIO:

El siguiente artículo, trata sobre lo importante que es respetar los límites establecidos de emisión de radiaciones electromagnéticas, ya que, solo con sobrepasarlo un poco, esto puede suponer un peligro para los seres vivos. 

En el caso del Carmel, la presencia de antenas de radios ilegales provoca que sea cada vez más difícil controlar la magnitud de las radiaciones electromagnéticas del lugar, y por lo tanto, lo hace más susceptible a que se exceda el límite establecido. La razón por la cual las antenas ilegales son tan numerosas en el barrio barcelonés de El Carmel, es porque en el caso de no haberlas, los ingresos de las emisoras de radio serían mucho menores.

Tenemos, por lo tanto, un claro ejemplo de la paradoja tan común en el siglo XXI: ¿las ganancias económicas pueden anteponerse al medio ambiente? A día de hoy, el ser humano está adoptando una actitud ante el medio ambiente que a larga puede volverse en su contra. Nunca deberíamos anteponer las ganancias económicas al bienestar de las personas. Esta, es una lección que el ser humano del siglo XXI todavía tiene pendiente  de aprender.

En resumen, podemos concluir que la era tecnológica ha vuelto más egoísta al ser humano, en el sentido de anteponer los bienes económicos a su propia seguridad. Esto es algo que debemos cambiar entre todos, antes de que se vuelva irreversible.