GEORG SIMON OHM: NUESTRA INSPIRACIÓN



Este blog recibe el nombre del físico alemán Georg Simon Ohm porque nos inspiró mucho la famosa ley de Ohm. Para hablar de esta ley y de su repercusión en el blog necesitamos hacer una breve introducción bibigrafica: Georg Simon Ohm nacido en Erlangen, actual Alemania, 1789 ,hijo de un herrero, alternó en los años de adolescencia el trabajo con los estudios, en los que demostró preferencia por los de carácter científico. En 1803 empezó a asistir a la Universidad de Erlangen, donde hizo rápidos progresos. Primero enseñó como maestro en Bamberg; pero en 1817 fue nombrado profesor de Matemáticas y Física en el instituto de Colonia.



Dedicado desde el principio a los estudios de galvanoelectricidad, en 1827 publicó aspectos más detallados de su ley en un artículo titulado Die galvanische Kette, mathematisch bearbeitet (El circuito galvánico investigado matemáticamente), que, paradójicamente, recibió una acogida tan fría que lo impulsó a presentar la renuncia a su cargo en el colegio jesuita. Finalmente, en 1833 aceptó una plaza en la Escuela Politécnica de Nuremberg.

Posteriormente su labor comenzó a ser justamente valorada. En 1844, Pouillet resaltaba la importancia de sus intuiciones y al año siguiente Ohm recibía la medalla Copley de la Royal Society de Londres. En 1849 se le confería la cátedra de Física de Munich, donde fue también asesor de la Administración de telégrafos. En honor a su labor, la unidad de resistencia eléctrica del sistema internacional lleva su nombre (ohmio).

Aunque Ohm aporto mucho al campo de la física se le conoce principalmente por ser el descubridor de la ley de la electricidad que lleva su nombre, según la cual la intensidad de una corriente a través de un conductor es directamente proporcional a la diferencia de potencial entre los extremos del conductor e 
inversamente proporcional a la resistencia que éste opone al paso de la corriente.

Para saber como se llego la Ley de Ohm, hace falta remontarse un poco más atrás ; Una vez Fourier hubo elaborado un sistema matemático que daba cuenta adecuadamente del flujo de calor, parecía que el mismo sistema podía emplearse para describir la corriente eléctrica. Mientras que el flujo de calor de un punto a otro dependía de las temperaturas de ambos puntos y de si el material que los unía era buen conductor del calor, la corriente eléctrica de un punto a otro podía depender del potencial eléctrico de los dos puntos y de la conductividad eléctrica del material intermedio. hm haciendo diversas experiencias de laboratorio, logró al fin determinar la famosa ley que lleva su nombre:




Hoy es conocida como la ley de Ohm, aunque en 1827, al ser enunciada por Jorge Simón Ohm, pasó inadvertida. De hecho, hubieron de transcurrir 16 años para que dicha ley recibiera la consideración que merece. En aquella época se prestaba mayor atención a los científicos jactanciosos y con amigos influyentes que a los de carácter reservado y tranquilo como lo era Ohm.

Trabajando con alambres de diversos grosores y longitudes, Ohm halló que la cantidad de corriente transmitida era inversamente proporcional a la longitud del alambre y directamente proporcional a su sección. De este modo pudo definir la resistencia del alambre y, en 1827, demostró que «la intensidad de la corriente a través de un conductor es directamente proporcional a la diferencia de potencial e inversamente proporcional a la resistencia». Ésta es la llamada ley de Ohm.

Pero Cuando Ohm comenzó sus experiencias, la electricidad se describía en términos muy imprecisos. No existía un modo exacto de expresar el comportamiento de una corriente eléctrica, y Ohm resolvió hacer algo en este sentido. Fourier había trabajado ya en la conducción del calor, llegando a la conclusión de que en un material conductor existía un gradiente de temperatura y que la cantidad de calor que conducía dependía de la caída de temperatura a lo largo del conductor.

Ohm se preguntó si la electricidad se comportaría del mismo modo que el calor, y si la diferencia de potencial jugaría aquí el mismo papel que la diferencia de temperatura jugaba en termología.

En sus últimos experimentos, Ohm utilizó como f. e. m. (fuerza electro-motriz) constante la proporcionada por un termopar, constituido por cobre y bismuto soldados, una de cuyas uniones iba sumergida en hielo y la otra en agua caliente. Para medir la magnitud de la corriente, utilizó una aguja imantada, suspendida convenientemente. De este modo, Ohm pudo estudiar la magnitud de variación de la intensidad de corriente cuando se introducían en el circuito distintas resistencias.

Ohm era muy meticuloso en la realización de medidas y, a pesar de los instrumentos primitivos que utilizó sus resultados fueron lo suficientemente exactos como para demostrar, de manera concluyente, que la intensidad de corriente es igual al cociente entre la tensión y la resistencia. Ohm comprendió instantáneamente la importancia de su descubrimiento y supuso que le sería concedido un puesto en la universidad; en esta creencia, renunció a su cátedra de profesor en el Gimnasio de Colonia.

Las cosas no sucedieron exactamente así, y Ohm estuvo sin colocación durante 5 años; recién a los 60 de edad fue nombrado catedrático de la Universidad de Munich, cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida 5 años después, en 1854.

Después de estudiar esta ley decidimos que este físico que recibió tan pocos reconocimientos por una ley tan fundamental merecía una mención especial. De ahí nuestro blog, continuaremos su legado.