EL ELECTROMAGNETISMO EN LA ANTIGUA GRECIA

La civilización griega pasaba mucho tiempo reflexionando sobre su entorno, sobre la naturaleza. Buscaban ordenar los fenómenos de este mundo de algún otro modo, dando así los primeros pasos a un conocimiento que más adelante se denominaría el conocimiento científico.



Entre esllos estaba un filósofo, Tales de Mileto que aproximadamente 600 años antes de Cristo ya escribía sobre dos fenómenos conocidos en su tiempo y que sorprendían enormemente: La electricidad y el magnetismo.

LA ELECTRICIDAD

Por una parte, en esa época se descubrió el hecho de que si se frotaba un trozo de ámbar contra una piel, el ámbar atraía a pequeñas partículas como polvo, plumas, etc. 

Como el ámbar se llama “electrón” en griego, a este tipo de fuerza se le acabaría llamando fuerza eléctrica o electricidad.

EL MAGNETISMO

Por otro lado, también se había observado una segunda fuerza que atracción-repulsión. 

Cuenta la leyenda que un pastor de la colonia griega de Magnesia andaba por los montes, y de repente notó como los remaches de su sandalia y su bastón se quedaban pegados a unas piedras y le dificultaban avanzar. Por el lugar donde sucedió este hecho, a esta fuerza de atracción-repulsión se la denominó fuerza magnética o magnetismo. 

En definitiva, los griegos conocían ya la electricidad estática del ámbar frotado y el magnetismo de los imanes naturales, pero realmente no sabían qué más hacer con ellos excepto admirarse. 

Así quedaron las cosas con los griegos, esas ideas descubiertas y admiradas por ellos ha llegado intactas a nuestros días en creencias esotéricas sobre las propiedades que poseen estas fuerzas naturales.