ELECTROMAGNETISMO EN LA EDAD MEDIA

En la Edad Media, la fe fue impuesta por encima de la razón, y con ello gran parte de los pensamientos empíricos sobre la Física fueron ignorados durante siglos. No obstante, la cultura árabe luchó por preservar la obra de importantes filósofos griegos como Aristóteles o Ptolomeo, las cuales tenían intensas aportaciones en relación con la Física. Fue a final de este periodo cuando, los pensamientos empíricos de estos filósofos fueron integrados en la cultura europea de mano de Santo Tomás de Aquino y Roger Bacon (siglo XIII).



En el campo del electromagnetismo, en el siglo XI, el científico chino Shen Kuo (1031-1095) fue el primero en escribir acerca de la brújula magnética y mejoró la precisión de la navegación mediante el empleo del concepto astronómico de norte verdadero (señalado en 1088 d.C.). De esta manera, en el siglo XII los chinos eran conocidos por usar la piedra imán brújula para la navegación. Alexander Neckham en el año 1187 fue el primero en Europa en describir la brújula y su uso para la navegación.


En el siglo XIII Peter Peregrinus de Maricourt, un nativo de Maricourt, en la Picardía francesa, hizo un descubrimiento de importancia fundamental: realizó experimentos sobre el magnetismo y escribió el primer tratado existente que describe las propiedades de los imanes y las agujas pivotantes de brújula.